16 de diciembre de 2004

COMENTARIOS EJERCICIO 9

Nos vemos el 6 de enero.
Feliz Navidad y Año Nuevo!
Que Santa Claus los premie con bonitos regalos literarios.
Salud con cerveza Mexicali o Tijuana.
BR
http://www.brunoruiz.blogspot.com
10 DE DICIEMBRE

12:51 PM

Querido diario:

Me imagino en un mundo donde nadie duerme, el sueño no existe, nadie tiene flojera, y si la tienen; lo único que hacen es sentarse a esperar a que pase. al menos que fueran a una fiesta.

Nada desencadenaría al sueño, los jóvenes en sus aulas no podrían decir “tengo sueño” eso frase no se conocería. Los jóvenes siempre estárian atentos a la clase, nada los arrullaría, nada los mecería de tal forma para que sus ojos se cerraran y pudieran disfrutar del sueño. Solo los aburridos son los que se saldrían de las “aulas del saber”. No existiría el famoso “piojito” que hace arrullar a tu pareja que se duerme en tus brazos. Nadie se quedaría dormido en el cine viendo la película mas aburrida del mundo. Es mas podrían ver mil películas aburridas seguidas y jamás les causaría sensación alguna, o tal vez los aburridos si se saldrían.

Las madres de familia tendrían bastantes hijos, que es un mundo sin sueño y con pareja, sexo a todo momento, eso desencadenaría la sobrepoblación, la sobrepoblación arrasaría con ciudades enteras, habría escasez de agua y comida, habría talvez una mundo industrializado, maquilas por doquier, China a la 1000 potencia, o todo lo contrario; pensando en esto de la sobrepoblación masiva y sus consecuencias, talvez todos los hombres serían impotentes debido al exceso de sexo, ya que tendrían poco tiempo para reposar. Para la mujer seria diferente, tal vez hasta estaríamos en guerra peleando por hombres ‘no impotentes’.

Aparte de eso, lo bueno es que las fiestas continuarían, fueran largas, hasta el amanecer, atardecer, anochecer y de nuevo a el amanecer, pero ¿quien querría una fiesta tan larga y que durara varios días? , por lo menos yo sí, pero a esto se le añade el que todos estarían despiertos y ¿que fuera de la cerveza y el alcohol?, eso significaría que el alcohol se terminaría, debido a la sobrepoblación que estaría a más que la población de China a la 1000 potencia, a que estarían los jóvenes que se aburrieron después de miles de horas de clase, las mujeres que no quisieron pelear en la guerra por un hombre y descubrieron a un mejor “amigo” los hombres impotentes y las personas que se salieron del cine después de que vieron la cinética del mundo entero”

Por lo tanto llegando a una conclusión mas radical, la falta de sueño trae como consecuencia el que se acabe el sexo, que las mujeres nos peleemos por un hombre no impotente, que no nos gusten las películas, que la escuela nos aburra y sobre todo lo mas importante que se extinga el alcohol y la cerveza y los "amigos" de las mujeres.

Lo bueno es que eso todavia no pasa, puedo dormir y tengo a mi "amigo" asi que buenas noches querido diario, que todavia tengo algunos asuntos pendientes que atender y no quiero dejar a mi amigo esperando.


Dark fairy*~ Iraís
Querido Lafcadio,


He descubierto por qué los hombres eran así de longevos antaño. Nosotros, que podríamos ser la encarnación de la fantasía hiperbórea, estamos condenados al peor de los males : la conciencia sempiterna De suerte que todavía nos queda la muerte. Es cierto que gracias a las dietas macrobióticas abundantes en comida orgánica y al tratamiento biológico del ADN nos hemos convertido en auténticos superhombres. Sin embargo, nuestras clínicas están saturadas, no se dan abasto. Setenta de cada cien sufren un trastorno mental atribuido al desarrollo excesivo de la conciencia. La gente habla sola en las calles, rara es la vez en la que se escuchan conversaciones de dos. Estoy trabajando en un fármaco a base de antiguos relajantes naturales. Yo mismo he estado consumiendo pequeñas dosis y he logrado dormir, pero más fascinante aún : soñar. Es un hecho que funciona, sin embargo, me es difícil calcular los efectos secundarios. Me atrevo a ofrecerte que lo pruebes porque como yo, estás en una edad senil y creo que te tienes bien merecido soñar en tus últimos días. Sé que tú tienes 36 que no se comparan con mis 40 (sí, ya sé que he rebasado la expectativa de vida de la OMS) pero de gustarte, podrás disfrutarla durante más tiempo e inclusive patentarla para su venta masiva. No respondo en caso de que tengas “pesadillas”...

Un abrazo,

Patricio.


karlatone
LA EUFORIA DEL TRIUNFO


Ahora le puedo hacer competencia al diablo porque yo tampoco duermo. Desde que la pereza dejó mi cuerpo he podido discernir muchas cosas que jamás imagine posibles. Hoy comprendo por qué los genios casi no duermen; están tan ocupados con el resplandor de sus descubrimientos que el dormir les parece tiempo derrochado. ¡Ah, que hermosa es la vigilia! No hay nada más dulce en este mundo de confusión. El estar alerta es el mejor éxtasis de la existencia misma. Es como tener ojos en la espalda porque puedo ver los cuchillos que vuelan despreocupadamente hacía mí. La muerte del ocio ha sido la mejor medicina para un planeta de guerra. La indolencia está en el piso y mi bota le aplasta el cuello. Sonrío sin cansancio. Que sublime es escapar del calabozo del agotamiento. Que maravilla es tener la mente restaurada. La fatiga ha desaparecido.


Juan José Martínez.
www.deljuan.blogspot.com
Soñar


Veldar era un buen chico pero algo inquieto. Le gustaba pensar cómo habrían sido los hombres de hace tantos siglos atrás. Veldar vivía en una sociedad tan avanzada que habían vencido a las enfermedades, no existían las guerras, ni el hambre y habían conseguido eliminar la necesidad de dormir, ganando un cuantioso tiempo para su ocio. Todo estaba en perfecta armonía. Sus vidas eran tranquilas y ordenadas.
Hace siglos los hombres sufrían innumerables penurias, cargaban con un gran dolor, pero aún así los archivos de historia que solía leer con avidez, le mostraban que a pesar de todo esto eran personas alegres, con ilusiones y esperanza.
Pero Veldar notaba un gran vacío en su interior. Algo faltaba en su vida.
Una tarde, en la que se sentía especialmente fatigado y el pesar invadía su alma, decidió descansar en la sombra de un árbol. Cerró los ojos y tras un tiempo comenzaron a venirle a la mente hermosas imágenes. Esas imágenes pertenecían a lugares desconocidos, fantásticos. Dejó volar su imaginación y creó bellas y grandiosas historias, pobladas de maravillosas criaturas y personajes inolvidables. Mientras ocurría todo esto, una gran sonrisa se formó en su cara. Se quedó dormido. Y por primera vez soñó.


Rorschach
http://www.el-abismo.blogspot.com/
DE BLANCA ESPERA


Las ocurrencias del día no son pues, el montón de sucesos chuscos con los que comentas al Mundo tu breve estancia:
"¡Ah, que el planeta se puso distinto...!"

¡Ah, que la chingada! pienso; que es hora de abandonar el Mundo cuando el encabezado del único periódico que circula es "Mr. Karr patea a su perro. Qué le espera a la Nación"
Y a la Nación no le espera nada. Nadie espera a la Nación.
Quizá, pienso, las ocurrencias de las que te hablo son más del tipo de lo-que-haces-hoy-lo-haces-mañana, y así ocupamos el tiempo en perderlo.
Con todo; las actividades diarias asombrosamente se dividen y puedo nombrarlas haciéndole como que me divierto:
Pescamos, volamos la avioneta, hacemos hoyos en el hielo, ubicamos zonas seguras, llevamos papas en los viajes, zurcimos calcetas de lana, tomamos leche tibia, secamos la madera, quemamos la madera, comemos, hablamos de focas, de transporte marítimo, de icebergs y de vida. Cuando la que nos queda es de purita muerte. De insomne andar, de blanco horizonte hasta el vómito.

Hubo una época ¿recuerdas?, cuando en los diálogos se intercalaban los bostezos y el "cansancio" era un estado de ánimo que se insertaba cómodamente en el tiempo.
Y hubo UN tiempo, ¿recuerdas?.
Cuando cerrar los ojos era sinónimo de algo, cuando te podía explicar los "sueños" y Mr. Karr incluso, era un buen hombre con enorme abrigo que salía a martillar su cerca.
¿recuerdas?

Hoy, que quiero decir Hoy, me faltan las pausas para que las ocurrencias sean ocurrencias y yo, que abarco un espacio en el lugar, pueda abarcar un lugar en el espacio.


braquistocrona
www.lospiojosdeisis.blogspot.com
desintoxicación de conciencia.


Soñar despierto no tiene demasiada gracia, drogarse y saber que cerrar los ojos de nada servirá, tampoco. Mateo Boctow se encerró en su cuarto después de haberlo vaciado por completo, la estrategia había funcionado un par de veces para dejar de drogarse y/o beber, darse al abandono total, encerrado entre cuatro paredes. En la habitación solo había dejado un reloj digital, que marcaba horas, minutos y segundos,
de números grandes y rojos. La meta, aburrirse de tal forma que se quedara dormido, carecer por completo de distractores mayores al paso del tiempo. Las ventanas habían sido tapiadas desde afuera, nada de luz, nada, solo el reloj como testigo y promotor del tedio.

A las 15:27:57 empezó su encierro, instantes antes había terminado de dar instrucciones en su casa, cerro la puerta y se sentó en el suelo, frente al reloj, viéndolo, esperando; cuarenta y tres minutos después estaba harto de mirar el tiempo pasar, se levantó y caminó hacia la esquina contraria, se recargó en ella y cerró los ojos, diecisiete minutos después los abrió, no había logrado dormir, tampoco soñar. Apoyó las manos contra la pared, hizo un par de sentadillas y terminó por recostarse en la mitad de la habitación, boca abajo, una hora treinta y cuatro minutos y catorce segundos más tarde giro su cuerpo y quedó boca arriba, llevó los brazos a la parte de atrás de su cabeza y se quedó mirando el techo, intentando no pensar y dándose cuenta que la última vez que habían pintado la casa lo habían hecho en época de humedad, por eso se veían esas marcas, esas como olas o gotas mal
dibujadas. Cambió de posición después de cinco horas exactas de estar así, se arrastró por el cuarto hasta llegar a la pared y se recargó en ella, de costado, sobre su lado derecho. Dos horas veinticinco y 59 segundos mas tarde volvió a moverse, trece minutos en al siguiente postura, siete desesperantes horas y cuatro segundos en otra más; hora y cuarto en la que precedió a esta última, doscientos dieciocho minutos y treinta y tres segundos después volvió a buscar otra forma
de acomodarse, la hora cincuenta y tres minutos restante, la pasó intentando dormir de siete formas distintas. En todas fracasó.

Eran las 15:27:47 del otro día, faltaban diez segundos para cumplir las primeras 7veinticuatro horas de desintoxicación de conciencia, Mateo estaba desesperado, en unos instantes la vuelta comenzaría de nuevo, todo volvería a empezar. No tenía muchas alternativas, la puerta no se abriría, aunque se azotara contra ella, durante las próximas tres semanas.


(c. bortoni e.)
[ http://cbortoni.blogspot.com ]
La luz blanca rebota en las paredes y crea una atmósfera tan neutra como la obscuridad absoluta. La música es tan solo un ruido, también blanco, que evita la llegada del imposible silencio. La verdadera conciencia se ha disipado y todo lo que queda es un eterno aturdimiento.

¿Acaso podría ser mejor? Veamos, cerremos los ojos. Obscuridad absoluta.

No, no lo es y no lo será. Zarandéate sin tregua.


Oscar Pichardo
http://www.mathieurupert.blogspot.com
Una época sin sueños.


La mañana era fría y estática. El hombre tocó a mi puerta y me extendió un escrito. Mientras lo leía, desapareció.

Si alguien ha recibido el mismo panegírico, ruego me explique la condición sine qua non para ingresar allí.
He aquí el escrito:

“Dicen las antiguas profecías de la Toráh que en una época futura se instaurarán mil años de paz.
En ese tiempo no habrá luz de sol.
Ni de luna.
Nadie dormirá debajo de una higuera o en los bancos de algún parque.
Todos habitarán la ciudad de sus utopías.
Ningún ser humano deseará dormir para refugiarse en los sueños; el sueño estará excluido de ese tiempo.
No habrá guerras ni rumores de guerras.
El producto per cápita será para todos similar.
Y un árbol que produce 12 frutos al año (uno cada mes), servirá de medicina a las naciones”.


toyita.
EL OPERADOR


Al horno crematorio de los sueños llega todo. Ayer trajeron a una viejita. Se aferraba y gritaba que por vida mía le dejara al menos uno. Lloró cuando le sacamos de la mente su más antiguo romance con un mocoso de doce años. Un hombre con un tatuaje de un barco mecido por las olas en la espalda trató de intimidarme para que le dejara en la memoria al menos el olor de los cabellos de una muchacha con la que soñaba desde los quince. Los niños que vinieron después traían la carita llorosa, porque ellos tienen más sueños que los adultos y los forcé para que soltaran al horno sus historias de piratas e islas encantadas. Aquí paso todo el tiempo vigilando y operando esta máquina de la que ningún recuerdo sale vivo. Y aunque nadie ha dormido en años, estamos desterrando los últimos sueños de toda la gente, porque es un crimen que alguien recuerde cuando dormíamos y éramos mortales.


Esteban Domínguez
Hermosillo, Sonora.
"Cuentos"


Tengo 29 años, hace mucho perdi a mis padres, a mis abuelos, a muchos de mis tios ni los conosí, he estado despierto desde que nací, he escuchado cuentos que antes la gente dormia, descansaba, podia ir a sus hogares apartados de sus trabajos a vivir cosas diferentes de las que se viven a una empresa.
Existian dias y noches y por las noches podias realizar diferentes actividades que se suponia eran fabulosas, en aquellos tiempos la gente de mi edad hacia lo que ahora todos hacemos, jugaban a no dormir y pasarse un par noches sin dormir, eso era todo un logro, digno de admirarse, pero era imposible revasar un par de noches sin dormir, lastima que todo eso no lo conosí, en realidad no se si existio, siempre he vivido despierto desde que naci y esos cuentos a mis hijos ya los saben, hoy afortunadamente duermo para siempre y nunca sabre si despues de dormir podre volver a despertar, no se si me he perdido de un buen sueño, de un buen descanso, pero hoy descanzo en paz...


Betos
http://www.laflaca.blogspot.com/
Mty. N.L.
El armisticio


La rendición debió ser incondicional. Esa fue la exigencia de mi Insomnio para admitir el armisticio. El Tratado de Paz exigía el exilio de un ejército de somníferos, menjurjes y hierbas de la más diversa ralea cuyos esfuerzos por ganar la Guerra fueron siempre infructuosos. También me exigió la entrega inmediata de los tratados kantianos y los discos de música relajante con los que inútilmente busqué invocar al sueño. El armisticio me obligaba a admitir a mi Insomnio como amo y señor. Lo más terrible fue el apartado referente a la sentencia de muerte de Morfeo, misma que debía ejecutarse sin dilaciones.

A partir de ese momento mi existencia se transformó en un día largo, denso y aburrido. Perdí la capacidad de diferenciar la luz de la oscuridad, el frío del calor e incluso empecé a perder la noción de la forma humana. Lo peor fue cuando me di cuenta que mis pasos no me llevaban a ninguna parte y que al tratar de correr mis piernas se transformaban en chicle. Al final perdí la identidad: Yo era una otredad múltiple y el instante presente era el futuro de un pasado milenario. Fue entonces cuando desperté.


Daniel Salinas Basave
Algunos volverán a hacer lo mismo

Paris, 1933.- Después de una ardua discusión en el parlamento de la Unión Europea, se han autorizado los experimentos con opiáceos. El ala beligerante perdió ante los últimos resultados presentados por los preservacionistas. Los diputados finalmente aceptaron la experimentación en humanos.

Los preservacionistas enarbolan la necesidad de mezclar los periodos de reposo, con periodos de ensoñación e inconciencia profunda, y ahora queda totalmente demostrado, y la resolución de París lo avala, que dichos periodos alargan la vida del ser humano hasta en un treinta por ciento, es decir, podrimos pensar en vivir hasta los ochenta años.

Mucho se ha hablado en contra de los efectos de los derivados del opio y otras sustancias que inducen ensoñaciones, sin embrago quienes, secretamente, se han sometido a pruebas los describen de manera positiva. Tal y como a sido referido en otras culturas.

Y después de los varios años de escribir en éste espacio, aviso que ésta será la última nota regular, ya que me he unido al grupo de voluntarios que han solicitado los preservacionistas para homologar sus estudios y ampliar su conocimiento.

Hasta la siguiente,
Jean Cocteau


Jorge Rueda
Alex Durbak no había dormido jamás. Por supuesto, él no sabía mucho acerca del acto de dormir, únicamente lo que los Downloads Neuronales tocaban superficialmente en la escuela. Como parte de la tercera generación de Humanos-Koiibito, el acto de sumirse en un estado diferente de conciencia durante un cierto número de horas le resultaba
tan extraño como las colonias en Marte y en Europa le parecerían a cualquier habitante del siglo XX, o como era llamada entonces, la edad media tardía.

Cierto día, en uno de los pocos descansos que su organismo requería (o específicamente, el tiempo que requerían en recargarse los nanorobots presentes en sus sistemas nervioso y sanguíneo) fue abordado por su compañero de hábitat.

-Salutaciones, Durbak.

-Saludos, Thunder. ¿Cómo fue tu mes de trabajo?

-Tu sabes, 1600 horas de trabajo, no es nada...

-Nada del otro mundo, entonces ¿qué te trae por aquí?

-Tengo... una nueva sustancia.

Alex no era demasiado aficionado a las sustancias recreativas, pero las utilizaba ocasionalmente. Thunder era reconocido como un proveedor honesto de ese tipo de productos.

-¿Qué traes ahora?

-Un nuevo producto. Crea una secuencia de override temporal en los nanorobots neuronales y produce efectos interesantes.

-¿Qué clase de efectos?

-Te permiten dormir.

¿Dormir?

-Efectivamente...

-¿Lo has probado antes?

-No, realmente... esperaba que tú lo hicieras. Sin costo, por supuesto.

-De acuerdo, contestó Durbak, sin reflexionarlo demasiado.

-Recuestate, dijo Thunder, al tiempo que sacaba una pastilla de su contenedor Theta.

-¿Así? Preguntó, con un poco de duda en su voz.

-Si. Ahora traga esto. Tengo entendido que es rápido.

Durbank tragó la pastilla. Casi instintivamente, cerró los ojos. Primero una pesadez pasajera, después un estado de relajación que no había experimentado ni siquiera en las sesiones obligatorias de cyber-yoga.

-Es.. es...- trató de decir algo más, antes de empezar a flotar entre un bosque en el que realmente no había estado nunca. Entonces, por primera vez en un largo tiempo, alguien soñó...


Manuel B. Ibarra
La ciudad de los sueños.


Todo mundo sabe (por lo menos el mundo del que hablo) que la gente no necesita dormir. Dormir no es necesario en esta ciudad, y mucho menos soñar; tenemos drogas suficientes como para poder soñar despiertos.

Un día, cierto filósofo se preguntó qué se sentiría dormir, e hizo un experimento. Se acostó en su cama (estas si existen, por razones obvias) y cerró los ojos. No, no despertó dentro de un sueño llamado realidad, ni en otra dimensión. Al abrir los ojos notó que estos se le abrieron sólo, y que no durmió ni un segundo.

La lógica le dijo lo que pasó. Los muertos ya están dormidos, y no necesitan dormir. Aparte, saben que dormir es inútil, porque no tienen subconsciente que manifestar, y saben que por más que duerman, cuando despierten, el dinosaurio siempre seguirá ahí.


Champi
http://www.fotolog.net/go_off
http://www.purevolume.com/champidash
Las cosas ya no son como antes, ahora todos podemos ser felices haciendo más cosas de noche, podemos enborracharnos y no tener que parar, pues no tenemos que dormir. Ya no existe la cruda... Ya no existen las pesadillas, ahora todos podemos pensar en la oscuridad de la noche, solo esperando a que llegue el sol.

Estamos despiertos, estamos alerta, así ya nadie nos puede matar inconscientes, ya no es tan fácil matar como antes, y ya nadie muere feliz (nadie muere dormido), todos se dan cuenta como su alma se aleja poco a poco de su ser, y se va a donde no la podemos rescatar. Ahora todos estan frenéticos, las industrias de café rompieron... hay más maldad de día que de noche, porque de noche todos se sientan... Y los pocos que todavía viven, que existieron cuando se podía dormir, ahora recuerdan como antes todos si podían soñar.


www.alilarmusa.blogspot.com
Y, ¿sueñan?


No por que no durmamos, quiere decir que no soñamos. Al contrario, es porque no dormimos, el por qué nuestro sueño es libre.

Soñamos cuando queremos, al caminar por la calle, al fumar, mientras jugamos fútbol. Somos lúcidos. La realidad no es sino una idea, la coincidencia una excusa, el destino un deseo. Ese niño pateando el bote, no dudes que viene acompañado, pero solo él puede ver sus acompañantes, eso le basta. O tú no quieres verlos.

Por supuesto, con el tiempo nos aburrimos. Se nos hace tan monótona la fantasía que la abandonamos. Y soñamos otra vez, pero ahora recordando aquello a que le llamábamos real. Por cierta nostalgia, inventamos el dormir. Después, se nos olvida que podemos soñar.


Alán Martínez
erodescia.blogspot.com
DEL LUGAR DONDE NADIE DUERME


Decidieron ir a su casa y apresarlo. Todos los moradores estaban hartos de distraer sus actividades nocturnas para prevenir los ataques de Evaristo. El palazo en la testa de la vaca había sido el colmo. El dueño seguía con náuseas después de limpiar aquel reguero de sesos.

Fue la bondad diurna de Evaristo lo había pospuesto la ahora determinación de los moradores: de día, él no sólo se afanaba en sus tareas sino que asistía a los
otros. Pero por las noches merodeaba por calles y casas para propinar auténticas palizas a los seres apagados. Cualquier animal podía convertirse en su víctima, pues todos tenían la necesidad inexplicable de apagarse por las noches.

Lo que exasperaba a Evaristo era la soberbia disfrazada de los seres inferiores. Cuánta osadía albergaba el morir cada noche para resucitar con el canto de los gallos. Quizá movido por la angustia, o por un dejo de envidia, apagó a la vaca de una vez por todas. Él y los moradores sólo podían morir una vez, sin posibilidad de retorno.


Sandino Cruz
http://umbrias.blogspot.com/
Stellar’s Stars


En el año 2016 el científico estadounidense Dr. Dave Stellar, construyó un robot–asistente para llevar a cabo experimentos de mutación celular las 24 horas al día, siete días a la semana sin descanso.
Seis meses después, Stellar descubrió que aun cuando su robot había sido el acontecimiento que la industria de fármacos había esperado, la ciencia del mundo real progresaba a base de corazonadas, instinto, el gut feeling, por lo cual aun necesitaba un ayudante humano pero que fuese “capaz de trabajar sin dormir”.
Y bajo esta idea nació la Fundación Insomn que se dedicaría a la experimentación genética en busca del ser que no necesitara sueño, y que fuera capaz de regenerar sus células aun en estado de constante actividad.
Las primeras reacciones de la comunidad científica no se hicieron esperar, desacreditando al Dr. Stellar, a quien irónicamente calificaban de “soñador”.
Ocho años después, los primeros humanos insomnes se engendraban en tubos de ensayo, nacidos y crecidos en la anónima pulcritud de la Fundación Insomn.
Stellar’s Stars los bautizó la prensa al hacer su debut ante un mundo que boquiabierto miraba a los gemelos del futuro: Génesis y Omar Stellar, quienes durante los primeros 16 años de sus vidas no habían dormido jamás, con una capacidad de concentración de 48 horas ininterrumpidas, después de las cuales, debían descansar su cuerpo (sentados o acostados, en total relajación) durante dos o tres horas.
El futuro al alcance de lo onírico.
Y mientras que la mesa directiva de la Fundación ya estaba en negociaciones con agencias de gobierno, y se hablaba del Premio Nóbel, Dave Stellar no podía sacarse una obsesión de su cabeza, pues tenía la certeza que sus gemelos prototipo pasaban su tiempo no concentrados en sus deberes, ni trabajando como frías máquinas incansables, sino que al igual que cualquier otro adolescente de su edad Génesis y Omar Stellar pasaban mas de 12 horas al día soñando despiertos.


Conflictiva
http://conflictiva.blogspot.com

9 de diciembre de 2004

EJERCICIO 9

Imagina un mundo donde los seres humanos no necesitan dormir. Escribe un cuento.


BASES:

1. Extensión promedio: 150 palabras.
2. Fecha límite de entrega: 16 de diciembre (8PM TIJUANA).
3. Enviar textos a: brunoruiz@gmail.com
4. OJO: Indicar cómo se desea que se firme el texto, nombre, nick, URL, etc.
5. Evitar el uso de justificaciones dentro del formato del texto, sólo empleando izquierda, centro, derecha...

2 de diciembre de 2004

COMENTARIOS EJERCICIO 8

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Nuevo botón del taller, adquiéralo ya.

Taller de narrativa

Gracias Leandro y Diminui.

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Se les invita a que dejen un comentario en cada texto.

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El 9 de diciembre iniciamos con el ejercicio 9, el cual será el último del año, en vísperas de las vacaciones navideñas.


Un saludo.
BR
http://www.brunoruiz.blogspot.com
Miasma


Es una de esas mañanas feas en las que tanto el paisaje como los sucesos parecieran estar exhaustos y hartos, arrastrándose en el día con lastimosa andanza. He visto una docena de ratas en el parque de la esquina. Es verdaderamente perturbador el estupor comunal.

-Huele bien raro.
-No sólo huele, se ve, se percibe y sucede todo de una manera muy extraña en este día.
-Mira, creo que ahí viene el idiota de tu ex esposo.
-...
-No tuve con quien dejar a mis hijos.
-Te recuerdo que también son míos. Descuida, puedes dejarlos, no soportaría ir a trabajar hoy.
-Me acuerdo de tu cara, pero no sé de donde.
-Soy la amiga de Marina que vivía en Campeche, recién me mudé a esta ciudad.
-Bien, pues encantado. Las dejo señoras que el día es largo.
-Qué feo que es, qué bueno que lo dejaste. Deberíamos entrar a la casa. Me muero por unas rayas, aunque también traje auténtica “caca de mono” de Mérida. Tú escoges.
-Me voy por la mota, parece lo más apto en un día tan pestilente.
-Niños en la cocina hay cereal y mucha comida refrigerada, sírvanse. La tele ya tiene sky.
Voy a estar trabajando con Liza en el estudio.


Karlatone
Solo soy yo. Siempre yo. Ellos y yo son los únicos que existen. Pero ellos no importan, solo yo. Tú eres lo que supones que debería de llamar Yo ya lo mate. Ahora soy Tú.

Odio confundirme pero es la única manera que te puedo hablar.

Te encargo a este hijo por qué no se en que otro lugar dejarlo. Me acuerdo de tu cara pero no se de donde. Huele raro por qué apenas me acostumbro a tu olor.

Este espejo es abominable.


Oscar Pichardo
www.mathieurupert.blogspot.com
Carajo, huele bien raro, huele bien raro desde hace un par de días, nos e que sea, no se que mierdas se jodio aquí adentro, lo peor; el espacio es demasiado chico y no hay luz, difícilmente encontrare la causa de la peste. Me levanto de la taza, llevaba horas sentado en ella, mis nalgas están cansadas y lastimadas, me paro frente al espejo y miro en él, observo con la dificultad que ofrece la nula luz del
baño. Me miro en el reflejo y me parece ver algo familiar en él, algo conocido, algo que no se de donde chingados ha salido, algo deforme, madreado.
-Me acuerdo de tu cara, pero nos e de donde.- Me digo.
No obtengo respuesta, me mantengo callado, sin siquiera gesticular alguna mueca para satisfacer mi necesidad de platicar, de convivir con algo, alguien.
El olor no desaparece, al contrario, aumenta y se esparce por el baño mientras me muevo en el reducido espacio. Mis pies me duelen, mi cuerpo entero me duele, mi piel ha adquirido, de unos cuantos días a la fecha, una consistencia rara, aguada, como inflada y blanda al mismo tiempo.
-No tuve con quien dejar a mis hijos.- eso es lo ultimo que recuerdo haber escuchado de voz alguna ajena a la mía, luego oscuridad y carencia de espacio.


(c. bortoni e.)
[ http://cbortoni.blogspot.com ]
Inesperado regreso al puerto


De acuerdo a mis hijos, el viejo del recién llegado barco rojo “no tiene cara” y “huele bien raro”. Yo estaba en el pub cuando lo vi bajar de su barco y dirigirse hacia los Fish and Chips del callejón. Sí tiene cara, huele a pescador. Cuando venía de regreso con su comida, lo abordé y le dije: “Me acuerdo de tu cara, pero no sé de dónde”. Creo que tartamudié, creo que estaba temblando. No se si era el frío o si estaba siendo absorbido por sus arrugas. Sus ojos y manos también temblaban, sentía su mirada en cada rincón de mi cara. Después de lo que pareció ser una eternidad, respondió: “No tuve con quien dejar a mis hijos, no tuve con quien dejarlos, por eso los dejé con el sacerdote. Veo que sigues mordiéndote el labio cuando te pones nervioso”. Inmediatamente dije: “Veo que sigues comiendo la misma basura”.


David Muñoz Andrade
Se dirigió a la casa familiar con paso decidido, pero trastabillo y se precipito de bruces pero una sólida figura masculina la detuvo, aunque de forma involuntaria.


-Mil perdones-dijo sonrojándose por su traspié -espero no haberte importunado

-No hay de que preocuparse, salud, soy Salvador

-Salud para ti también salvador, yo me llamo Flor de la esperanza.

-Me parece que ya nos habíamos visto, o no?

-Me acuerdo de tu cara pero no me acuerdo de donde. Seguramente del Templo.

-Si, es muy posible porque es muy pequeño y todos quedamos muy cerca de los demás.

-Si es muy incomodo y huele bien raro, los olores de tanta gente mezclados. Los sacerdotes deberían exigir el aseo obligatorio para Las Invocaciones.

-yo pienso lo mismo, Flor. Me voy, espero verte de nuevo.

-Así sea, yo también me voy no tuve con quien dejar a mis hijos y están solos en la casa


Mientras se despedían el vigía asignado a Salvador anoto en su reporte que el borrado de recuerdos del antiguo aprendiz de sacerdote dejo reminiscencias de su inmoral episodio con la novicia Flor de Virtud, renombrada Flor de Esperanza. El trabajo de los regidores, controlando la moralidad en el comportamiento de los pobladores, no era fácil.


Dominio
eldominio.blogspot.com
Publicidad


Tanta gente malencarada en un mismo sitio. Era curioso ver el vaporcillo condensándose en los ventanales del piso 14. Tanta piel negra en los sillones, tantas sillas reclinables. Tanto lamehuevos esperando la conferencia magistral de EL PUBLICISTA.

Allí estaba El gordo Pallares, abanicándose el orgullo de haber organizado todo. Decidí acercarme; quizás estaba de buenas y me podría dar una cita. Necesitaba trabajar para esos pendejos.

- ¿Sr. Pallares? Soy Roberto Chellet, qué bueno que organizó esta conferencia¡
- ¿Verdad? Es que este maestro es un chingón, mano, de veras... Me acuerdo de tu cara pero no sé… ¿de dónde?
- eeh, fuí asistente de Marita Gómez
- Ah, Marita, cuando chambeaba… Era una lata su “no tuve con quién dejar a mis hijos” Es la que reventó un día, no? Que a media junta dejó todo, no? Con clientes, con agencia, qué bárbara…
- Pues sí, ahora yo estoy en su lugar, quisiera, de hecho, si usted me permite..
- Ahí viene el maestro Clapp, pus un gusto mano.

Decidí irme; irme y vengarme, a nombre de Marita y del mío propio. Me supo dulcísima, mi inocua venganza, cuando escuché a Pallares, a lo lejos, quejándose “Huele bien raro…” mientras yo cerraba la puerta tras de mí.


http://www.rchellet.blogspot.com/
Fiesta de Aniversario


El envejecido torturador apretó los labios para no reír abiertamente con el placer del roce.
-Me acuerdo de tu cara, pero no sé de dónde- dijo meloso.
Ella acentuó el movimiento de la cadera, unida a la mano del hombre.
-Tal vez podríamos salir a la terraza- insinuó tocándolo apenas. Aquí huele raro.

El compás terminaba. Todos los uniformados se movían en gestos simétricos; era el
baile aniversario de mejores tiempos. Cuando servíamos al gobierno, dijo él, se
hacían bien las cosas.

Salieron.

Volvió a mirarla de frente. Un chispazo en la memoria. Una escena inconcebible,
el deseo desmedido, la cruel avidez. El rostro aterrado en una lejana noche, las
manos nervudas aferradas a su pantalón.
Ella vio en los ojos del otro el recuerdo. Era la hora adecuada.

-No tuve con quien dejar a mis hijos, nuestros hijos, dijo suave y sibilina, así
es que los maté, como a ti ahora, general.
Apuntó directo al corazón.
El hombre hizo un gesto confuso y cayó.
La orquesta iniciaba la siguiente pieza.


toyita
Imprevistos


-Aquí algo huele bien raro- expusiste con voz ronca y levantaste una ceja como sueles hacer cuando especulas que algo se te está ocultando. Bruscamente me alejé de ti porque ya no quise reparar en verdades imprudentes. Marchaste sobre la escarpa, bastante disgustado y enemigo de mis silencios constantes. A unos cuantos pasos adelante, plantaste los ojos sobre aquel hombre de traje gris y contrariado lo sorprendiste indicando –Me acuerdo de tu cara pero no sé de donde- aquél te miró como a un chiflado y convencido de que podría librarte, sacó el celular para inventarse un diálogo con algún ficticio (pero oportuno) personaje. Confundido e impotente no tuviste más remedio que continuar con tus reflexiones inútilmente desechables... y con tu marcha. Yo, estaba ya del otro lado de la ciudad, pegada al celular, con un personaje que hacía como que hablaba a escondidas. –Hoy no podremos vernos- le dije, - se me ha hecho un lío en la casa.- Mientras tanto, él respondió ágilmente –Nos vemos el próximo domingo, amor, al fin que esta noche no tuve con quien dejar a mi hijos.


Lulú Flores Esperón
http://nuevaluna.blogspot.com/
BUM


Regresas de Vancouver. Tu conferencia fue un éxito rotundo. Hace frío. El aeropuerto de San Diego está repleto. Junto a ti pasa un hombre rubio, altísimo. A tus espaldas se escucha la voz de un niño: «Mami, ese señor huele bien raro», dice mientras jala del abrigo a una guapa mujer. Sonríes y piensas: «muy, jovencito, se dice: muy raro». Sigues con la mirada al extraño hombre. Suena tu celular. Es tu esposa. «No tuve con quien dejar a mis hijos», dice. «Please, toma un taxi, amor». Te molestas un poco porque no irá por ti. Te das cuenta que el hombre alto se ha detenido justo en el centro de la sala. Parece nervioso. Marcas el teléfono de tu casa para preguntar si a tu mujer le apetece algo de La Trattoria, en la pequeña Italia. El hombre te observa fijamente. Sostienes la mirada y frunces el ceño. «Me acuerdo de tu cara, pero no sé de dónde», murmuras. «¿Aló?», se escucha la voz de tu mujer del otro lado del auricular. El hombre se abre el abrigo. Lo demás ocurre todo en el mismo instante, como si el tiempo se coagulara. Primero escuchas algo como un zumbido. Después sientes un calor insoportable. Luego, de golpe recuerdas dónde habías visto el rostro de aquél hombre. Intentas gritar. Lo último que ves es un resplandor blanquísimo. Bum. You are dead. As everyone else in town. By the way, it was nuclear. The firstportable. American Made. And we are proud of it.


Rencoria

Solo intentan despertar el deseo, deseo en pareja, un deseo que solo parece nacer en la piel de otros, deseo que desean recuperar.

- Me acuerdo de tu cara, pero no sé de dónde.

Ella solo alcanza a mirarlo pícara, sorbiendo un san francisco con pajita y ocultando, labios cerrados, su risa de conejo.

Solo él habla, preguntas, la invita, una copa, dos, siete, y ya bien mareados, juegan más sueltos, vamos a tu casa, las manos que buscan, susurros al oído, todo lo que piensa hacerle, hasta lo que nunca le hizo.

La llave que no entra en la cerradura, los nervios, al fin abren, calor, humo, de la cocina sale humo.

- Huele bien raro. Comenta él, mientras la efímera llama se apaga, sin contemplaciones.

En los fogones se queman unas palomitas con miel, pegadas, negras, y las manitas autoras se han escondido debajo de la mesa.

- No tuve con quien dejar a mis hijos.

Ella. Ojos suplicantes.

- ¡Deja de fingir joder! No se los quedaba tu madre... da igual (se sube la bragueta) ni siquiera me había empalmado.


Teresa
www.gotitasporlavena.blogspot.com
-Ya estuvo, deja de babearme la oreja, mejor dame un masajito.
-Es que tienes las orejas bien extrañas, como el bato ese que salía en la tele, ¿te acuerdas? El que traía unas mallas negras y la cara como de chaneque
-"El Doctor Espoc"
-Ese mero, las tienes bien chidas
-Eres joto o que, si dices que me parezco a "Espoc" es porque te gustan los machines..... Oye, aquí como que huele bien raro, ¿qué será?
-Sepa, ya sabes como son estos pinches lugares, le echan harto cloro para la desinfectada
-No manches, no es cloro, eres tu pinche cerdo, ya terminaste y ni siquiera hemos empezado, mejor ya nos vamos porque no tuve con quien dejar a mis hijos y están solos en la casa
-No mi reina, como crees, espérate tantito
-Pa´que, si ni siquiera me vas a pagar y ni lo voy a disfrutar, por cierto, ¿cómo te llamas? Porque me acuerdo de tu cara pero no se de donde...
-Me llamo Brayan, Brayan Pacheco.
-Que nombrecito, bueno podemos quedarnos un rato, nomás porque me recuerdas a Manuel, con la única diferencia que el si aguantaba no como tú
-Y ese quien es
-Un chango bien a toda madre
-Te voy a matar.


B*
Las últimas butacas del cine

-Levanta tantito las piernas-
-Me quiero pasar a otro asiento, aquí huele bien raro-.
-No se dice así, se dice que hiede, en éste caso para decir que el olor es fétido. Eso de que “huele bien raro″, sería si se torciera la nariz pa´olfatear. La única que huele es la nariz… y ya cállate que estoy viendo la película-.

-Me acuerdo de su cara, pero no sé de dónde-
-Como chingaos no te va a ser familiar su cara, si es el Gael García-.

- ¿A poco no está chido aquí atrás? ¿Te gusta?-
-No me puedo concentrar, estoy preocupada, no tuve con quien dejar a mis
hijos-.
-Qué mamadas dices, no son tus hijos, son unos pinches perros, y ya cállate… disfruta-
-¡Chale!, no sé para que vine contigo, si te la pasas criticándome, eres un mamón, así que saca la mano o te la meo.


Jorge Rueda
La última y nos vamos


Eran las 12 y dijimos seria la última vez, tendríamos que disfrutarlo al máximo, no importaba si no llegábamos a casa, era lo de menos, sería la última, y nada nos importaba.

Llegamos a la disco, yo solo te seguía, pareciera como si conocieras el lugar como la palma de tu mano, pero era normal, cada vez que visitabas un lugar, parecía como si hubieras estado ahí anteriormente, caminabas sin tropezar, conocías cada escalón y orilla de la pista, jamás te topabas de frente con gente, ni nada te estorbaba al pasar, hasta llegue a creer que la gente te abría paso porque sabia quien eras tú, había ocasiones en que la gente preguntab:

-Me acuerdo de ti, pero no sé de dnde

Eso me perturbaba un poco. En fin, te seguí, solo te miraba, llegamos a la pista, y comenzamos a bailar, así seguimos toda la noche.

Nos sentamos después de varias horas, yo pedí la primera ronda, tu la segunda y así seguimos, hasta que perdí la cuenta.

Estuvimos platicando de varias cosas, entre ellas tu trabajo, del cual jamás había comprendido, pero lo aceptaba; yo realmente te amaba, de repente mientras me contabas de misteriosas hazañas que hacías en tu trabajo, mil imágenes vinieron a mi mente y de entre ellas me acorde de aquella mujer, una vendedora de chicles, allá por el centro. En su rostro se reflejaba una cansancio inmenso, caminaba solo porque amaba a sus hijos y quería sacarlos adelante. Recorría siempre las mismas calles, recuerdo que cada vez que salía me pedía un poco de dinero y un poco de comida para alimentar a sus hijos, hasta que un día solo paseaba por las calles y ya no pedía mas dinero.

Fue ahí que me anime a preguntarle, que era lo que le había pasado a su familia, y lo único que respondía era

- Mis hijos, no tuve con quien dejarlos. Yo siempre quise lo mejor para ellos y se los llevaron.

Fue ahí que supe que habías sido tú. Descubrí lo que hacías al poco tiempo de conocerte, entré a tu cochera y note que algo no estaba bien, tenías demasiada ropa de niños y juguetes y que yo supiera no tenias familia, todos habían muerto en un “accidente inverosímil” según tú.

Aparte de eso, había un congelador, pensé que eras cocinero ¡Que tonta yo! Había un olor muy peculiar, tarde mucho en preguntarte que era lo que desprendía ese olor, hasta que me anime.

-Huele bien raro, te dije.

Y fue ahí que me empezaste a contar a que te dedicabas...


Dark Fairy*~Iraís
www.hadasinluz.blogspot.com
Esta mañana al salir de casa, el pasillo que conduce al ascensor estaba medio anegado sobre todo cerca de la puerta de mi vecino contiguo. Debí esquivar los charcos de agua sucia y maloliente para no chapotear en ellos. En el ascensor me encontré con la vecina de justo arriba, la del sexto piso. Huele bien raro, comentó, y es que el agua había escurrido a través del hoyo del ascensor dejando un rastro de manchas café por todas las paredes de éste y mojando el piso. Le comenté lo que había visto y ella me respondió diciendo, “Me acuerdo de tu cara, pero no sé de dónde”. En ese momento vi por primera vez sin disimulo su rostro.¿ No sería en la junta de vecinos? No, no fui, no tuve con quien dejar a mis hijos. Fuera del edificio, ¿dices? Sí... y la memoria nos cayó encima como otro balde de agua hedionda. ¡Mierda, sí! Y la cabrona vive donde yo vivo.


Patricia Arevalo
http://asakhira.blogspot.com
Diálogos cortados


-¡Taxi!, al desierto de los leones-

-Me acuerdo de su cara, pero no se de donde-

-Ahora soy famoso-

-Pues no, no sé de donde, listo, llegamos-

-Tome, quédese con el cambio-

-Huele muy raro –

-No tuve con quien dejar a mis hijos-

-¡Bolsas negras!,¡el Noticiero!¡A la madre, Jaque el destazadggggg....


Seven
http://sinpretensiones.blogspot.com
Los simios sub-humanos se agruparon en torno a la hoguera. Tres simios de otra especie, apenas más avanzados que ellos, eran la ofrenda de esa noche. “Me acuerdo de tu cara pero no sé de donde”, dijo un simio sub-humano a uno de los tres simios condenados a muerte para saciar el apetito de Ishtla, el señor de la noche. “Somos parte de la tribu del centro, adoramos a Ishtla también, solo vinimos aquí a ofrecer una ofrenda”.

Uno de los simios, de aspecto más estúpido que los otros, le increpó, “Ustedes se roban a nuestros hijos y los ofrecen en sacrificio a dioses falsos. Morirán para aplacar la ira del pueblo”.

“Huele bien raro”, dijo uno de los simios mientras era amarrado a un poste cercano a la hoguera. “Es el olor de tu pecado”, dijo otro de los sub-humanos. “Pecado que pagarás ahora. Se hará justicia”.

“¿Cuando llegarán los demás peregrinos?” Preguntó un simio mientras las lenguas de fuego acariciaban las plantas de sus pies. “Nunca”, contestó otro resignado.

Un simio sub-humano tapo los ojos de sus hijos, evitando que presenciaran el horror de la incineración. “Disculpa, no tuve con quien dejar a mis hijos”, murmuró, a un interlocutor invisible.


Manuel B. IBarra
www.art-star.blogspot.com


Suena el timbre


Carlos se levanta trabajosamente mientras se pregunta quién podra ser
Hola papa,-le dice su hija Martha,al abrir la puerta-.
Carlos se sorprende de ver a su unica hija,ya que casi nunca va a
visitarlo,no tanto por vivir lejos de su casa,que Martha vive a 15 minutos de ahi,sino porque el rencor acumulado en los años no les deja cruzar palabra sin que irremediablemente irrumpan tarde o temprano en gritos y reclamos,por lo que los dos evaden desde hace largo tiempo el encuentro con el otro.
-No tuve con quien dejar a mis hijos,sabes que no me gusta molestarte,pero
me los puedes cuidar,esta noche?,tengo trabajo-dijo Martha-.
-Esta bien-respondio secamente Carlos.
Bueno,adios,y ustedes niños portensen bien-antes de darse la vuelta dio un
beso frío a su padre,lo miro por un instante y le dijo:
-Huele bien raro,apá-
-Es la mierda del perro,anda malo-contestó-.
Entró a la casa y acosto a sus dos nietos,Karla de 5 años y Sergio de 7 en
la recámara de paredes floreadas donde solia dormir Eugenia,su esposa.
Al recostarlos se quedo viendo a Sergio-como se parece a mi,penso en sus
adentros-.
Al mirar a su nieto,recordo cosas que creia haber olvidado:el olor del guisado de su madre,las caminatas por la playa con "el chiquito" su perro inseparable,el sol agonizante en el cielo ensangrentado de Mazatlan,los tantos sueños tejidos en las noches de luna imposible.
De repente volteó la vista al espejo y vio su rostro envejecido,sus canas plateadas y su mirada entristecida a fuerza de vivir.
-Me acuerdo de tu cara pero no sé de dónde-se dijo y esbozó una timida sonrisa,hasta que se dio cuenta de su mal chiste y empezó a llorar con toda la amargura de sus 75
años.


Pedro Serrano
Extracto


Atrás de los estantes y libreros, en un estudio mediocre hecho de madera de pino, yacía el segundo escritor del mes. Las hormas de sus zapatos fue el primer detalle que reparé. Sin embargo, me reproché cuando mi ayuda masculló "Huele bien raro".

Era cierto. Una mezcla clásica de flores y lavanda, revuelta con la peste pútrida, de nitratos, azufre y carbonos, diría mi padre, volvía espeso el ambiente. Apenas lo noté, y comprendí lo insoportable del lugar cuando de pronto me vi rodeado de centenares de libros que me daban una inmensa flojera ver. Leerlos estaba fuera de discusión.

"Que opina jefe", me susurró Carolina, la teniente enviada de la escuela de medicina del Colegio Naval, "¿le place si nos chingamos unos libritos? Digo, pa ir arrimando la camioneta de reversa, a la sorda, pa que nadie mire..."

Mi auxiliar siguió esperando respuesta con la mirada. "Es incienso de lavanda y peste de muerto, pendejo", le dije. El cabrón escritor decidió suicidarse con pastillas, y quizá adivinó este penoso y tardado descubrimiento. Por eso dejó quemando incienso como para orquestar cien ceremonias gitanas y aromatizar tres docenas de hoyos funky. Mira que aceptar la muerte pero rehusar la peste es completamente poético, pensé.

Me acerqué al cuerpo. La piel apergaminada es todo lo que debo describir. El resto, en este reporte, es letra muerta, inútil y redundante, como el escritor. La boca, sin embargo, mantenía un rictus altivo, que me recordó un antiguo sitio, durante aquellos años de mis correrías literarias. "Me acuerdo de tu cara, pero no sé de donde", musité como estúpido, pues a los muertos no se les habla. Toda plática con un muerto es dogma y romanticismo.

Apenas dejé de observarlo, buscando el lugar donde lo vi entre mis recuerdos, cuando reparé en su mesa de trabajo. Igual que él, sobre el mueble descansaba un manuscrito, con una hoja encima que, dudando de la capacidad policiaca de este ridículo país de escritores muertos, tenía escrito "Carta Póstuma". Eran unas cuantas lineas, y mientras ordené a mi auxiliar y a la teniente que registraran el departamento, leí: Dejo mi obra más grande junto a mi, junto a esta breve explicación. Tuve que hacerlo, y lo comprenderán. Sin embargo, no tuve con quien dejar a mis hijos; espero que esto puedan perdonarmelo, pues es la más terrible y grande de mis infamias".

Nada sorprendente cuando, en medio de tanta lectura megalomaniaca y dramática, la teniente, con sus ojos enormes y encendidos me dijo: "Caray, mi capitán, venga al puto baño para que termine de vomitarse...reputa, estos escritores de ahora están enfermos..."


Jesús Manuel Lomeli
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chango100@gmail.com
FINALMENTE TUVE MIEDO


Triana se puso a reír con ellos, que seguían refiriéndose al tipo. Huele bien raro, dijo A. El tipo llevaba un tatuaje en la ingle que se metía debajo del pantaloncillo. Huele bien raro, dijo B. Esperaban el taxi, Triana A y B. Al principio, Triana pensó que el tipo quería hacerles algo, ahora se dirigía a ella, Me acuerdo de tu cara, pero no sé de dónde, dijo. Pensaron en buscar otro taxi, caminar unas cuadras. El hombre se descubrió el pecho y hizo un ademán. Parece un monstruo, pensó Triana mientras se alejaban. Me acuerdo de tu cara. El tipo los seguía. De dónde me conoce, pensó, está loco. El hombre se tocó el tatuaje y metió su mano debajo del pantaloncillo. Sacó su pene. En ese momento Triana recordó una mudanza. Un placer. Una penetración. Una lengua. El hombre los seguía, jalándose el pene. El momento trascendió. La palabra 'hijos', la frase, No tuve con quién dejar a mis hijos. Su mamá decía esas palabras, las repetía, No tuve con quién dejar a mis hijos. La impresión de estar sola, en una casa, con un desconocido.


BR
http://www.brunoruiz.blogspot.com