16 de diciembre de 2004

LA EUFORIA DEL TRIUNFO


Ahora le puedo hacer competencia al diablo porque yo tampoco duermo. Desde que la pereza dejó mi cuerpo he podido discernir muchas cosas que jamás imagine posibles. Hoy comprendo por qué los genios casi no duermen; están tan ocupados con el resplandor de sus descubrimientos que el dormir les parece tiempo derrochado. ¡Ah, que hermosa es la vigilia! No hay nada más dulce en este mundo de confusión. El estar alerta es el mejor éxtasis de la existencia misma. Es como tener ojos en la espalda porque puedo ver los cuchillos que vuelan despreocupadamente hacía mí. La muerte del ocio ha sido la mejor medicina para un planeta de guerra. La indolencia está en el piso y mi bota le aplasta el cuello. Sonrío sin cansancio. Que sublime es escapar del calabozo del agotamiento. Que maravilla es tener la mente restaurada. La fatiga ha desaparecido.


Juan José Martínez.
www.deljuan.blogspot.com

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