2 de diciembre de 2004

Solo soy yo. Siempre yo. Ellos y yo son los únicos que existen. Pero ellos no importan, solo yo. Tú eres lo que supones que debería de llamar Yo ya lo mate. Ahora soy Tú.

Odio confundirme pero es la única manera que te puedo hablar.

Te encargo a este hijo por qué no se en que otro lugar dejarlo. Me acuerdo de tu cara pero no se de donde. Huele raro por qué apenas me acostumbro a tu olor.

Este espejo es abominable.


Oscar Pichardo
www.mathieurupert.blogspot.com

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