17 de noviembre de 2004

¿Cómo llegué aquí?
Podría culparte a ti, por todas las prohibiciones y tentaciones en las que no debo caer. Por las pruebas que me impones para hacerme más fuerte, pero soy débil Señor, soy débil, por eso estoy aquí, porque ante el mundo así es como debo pagar, y ante ti tengo que purificarme para ser digno de llamarme tu hijo.

Perdón Señor, perdón ¿cómo pude blasfemar contra ti? Es él el que la envió para tentarme, quería arrebatarme de tu lado pero no lo logró, logré vencer al mal en tu nombre.

La primera vez que la vi lloraba y rezaba en silencio con la cabeza agachada. Me acercaba a hablar con ella, creí que era un de tus hijas y la debía consolar, pero levanto la cabeza y pude ver su rostro y esos ojos. Desde ese día cada domingo busque los mismos ojos y siempre estaban ahí, la miraba acercarse a tomar tu cuerpo la maldita! y esos ojos, empezó a meterse en mi, en mis pensamientos, ahora la veía todas las noches , me cegaba, me enloquecía. Empecé a seguirla, la veía con ellos, era una pecadora señor, una mundana! Ese día la seguí hasta aquel edificio, entramos juntos al elevador, me miró creo que me reconoció, era la última vez que esos ojos iban a envolverme, la maté. La maté en tu nombre señor.


Luna

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