30 de agosto de 2004

Culpando a la antropometría.


Esa mañana despertaba creyendo que su vida cobraría sentido, pero las losas frías bajo sus pies descalzos le aventaban a la cara que lo suyo era ese destino y nada más. No tenía lugar en los planes de padres jóvenes y exitosos fieles guardianes de la patraña-familia-completa.

No debía quejarse, contradictorio el pensamiento, la quijada temblorosa y los ojos aguados a la imagen social de niña madura que ríe de los mediocres y débiles.

Tendría que aceptarlo, ella era una más de las familias disfuncionales con caretas de comercial. Mimetizada por sombras, se despedía en silencio de los padres que la arrumban en la casa de la abuela viuda una incontable vez más.

Ansiaba ser ingenua y creer que el ancho de los umbrales que habitaba impedían la entrada al cariño, maldecía al diseñador de sus días, arquitecto o albañil, al fin que tiempo atrás había aprendido que Dios no existía.


Frida Landa
http://www.fridashion.blogspot.com/

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