3 de noviembre de 2004

Paranoia


Recostada, sentí el primer frío de la temporada hecho un escalofrío. Despierta en la oscuridad, sí, despierta, es la madrugada y el estruendo de un trueno a lo lejos fué la causa de que estuviese despierta con la mirada perdida sobre el muro blanco de la habitación.

A estas horas, con tremendo espectáculo natural, te empiezas a imaginar demasiadas cosas, tantas cosas que pasan por la imaginación, sobretodo si te encuentras sola. Solitaria.

Cada ruido que escucho pienso que es [algo/alguien], [imaginas/observas] sombras bailar a tu alrededor, sobre ti. ¿Sobre ti? Ahhh, estarás volviéndote loca supongo, ya hasta sombras bailadoras [ves/sientes], sí, piensas [todavía piensas] es que a estas horas cuando salen [a juguetear/vacilar] a los paranoicos noctámbulos.

Un ataque de pánico me envuelve, si de ese pánico que sientes pocas veces en tu vida, ya no quiero estar en la oscuridad pero no me queda de otra, no prende nada. No.

Escuchas pasos cerca de tu ventana. Crujidos de hojas secas. Movimiento, hay algo que se mueve, toc toc toc toc, Escuchas ese extraño ruido, ¿qué será? Será [alguien/algo] tocando. Pero a estas horas, con este clima, ¿con este miedo?

Te quieres levantar y no puedes, no puedes, no quieres. Pánico. Paranoica.


Brenda G.
http://www.brendagarcia.blogspot.com

No hay comentarios.: