9 de septiembre de 2004

TATUAJE


Desde que lo vio, no pensó en otra cosa. Se miraba la piel, y no se lo creía. Como podía ese hombre, que por pura casualidad se había cruzado en la calle, como podía tener todo el cuerpo tatuado? No le cabíaen su pequeña cabezita de apenas 7 años.
Le había tironeado del brazo a su madre y le preguntaba : "Qué le pasa a ese hombre mamá, qué le pasa? ""LLeva tatuajes hija, una cosa muy fea". En realidad no era tan feo como decía su madre. Era asombrosoque pudiera existir una cosa así. Después le explicó su madre como te lo hacían : con agujas. Entonces la niñapensó que era asombroso que hubiera gente a la que le gustara sufrir. Que le gustara sufrir para tener un aspecto de lo más extraño. "Qué tontos" dijo.
Años más tarde, moldeada por las ultimas tendencias, se veía delante de una tienda cuyo cartel era "Piercings & Tatoos". Llevaba semanas debatiendose entre un leon o una rosa, entre una espada o una serpiente. En el ombro? Sí, definitivamente, una rosa en el ombro, voy a ser la envidia de todas, se decía.Que duele un poquito? Que más da! "Para lucir hay que sufrir" era su lema, y la estética su bandera. Que no le gusta a mi madre? Es que no está a la moda. Así que con paso decidido entró, y salió de la tienda con algo nuevo y más contenta que nunca. Me siento realizada, pensaba. Voy a ser la envidia de todas, de todas.


Vera

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